CAPITULO 2 El transito del niño, hasta la adolescencia…una etapa de decisiones.

Un día comencé a llorar mucho, para que mi mama me llevara con ella  a su sitio de trabajo, a los sitios donde ella recibía cursos de costura o repostería, recuerdo que me gustaba mucho cuando las señoras amigas de mi mama, me daban cariño y golosinas, mientras yo jugaba con las cestas de ropa sucia que le tocaba lavar y planchar a mi mama en el hotel donde trabajaba como camarera, también había días en que ella caminaba todo el día escaleras arriba y escaleras abajo en el cerro de las Brisas y en el Barrio  Isaías Medina Angarita de Catia, para vender sus números, con lo cual se ganaba la vida y reunía su platica, toda la vida mi madre ha sido muy trabajadora, siempre lucho por tener lo que hoy en día logro con mucho sacrificio, como olvidar cuando operaron a mi papa de la columna y esto le impidió seguir trabajando su oficio de maestro albañil, esto lo marco, pero también lo amargo, era la época en que el Tío Mauro y el Tío abuelo Quintín  ayudaron mucho económicamente a mis padres y a nosotros, en el ranchito de Isaías Medina donde se vendía Kerosene, helados, tortas y cervezas. Recuerdo la vez que peleaban mis padres y discutían por sus hijos, no comprendía si era por las palizas feas de mi mama,  o por la rebeldía de Juancho, William y Enrique.  Mi Hermana Aylin que era la única hembra en ese entonces siempre paso desapercibida, era estudiosa, por supuesto consentida, cuando llego al liceo fue cambiando esa timidez por algo de tremendura, era la época en que la escuela Técnica Industrial Rafael Vegas era candela junto con el Liceo Andrés Eloy Blanco, los Matiné de los días viernes, y sus primeros romances.

Otro día escuche que ya no sabían que hacer conmigo, que me iban  a mandar para un internado, esto me traumo, me asusto mucho y quería escaparme de mi casa, veía cierta indiferencia, preferencia por los que se portaban peor que yo (William y Juancho), los mejores zapatos y ropas, los mejores juguetes, mas oportunidades, imagínense crecer escuchando; ese no va a servir para nada, no me digan a mi decían Juancho o William, manden al tonto ese, si no quiere estudiar que se joda, un buen día buscando una persona que me ayudara le dije llorando a mi tío Mauro Antonio López que yo quería irme a vivir con el, que yo me iba a portar bien, que yo quería estudiar Dibujo, que no entendía matemáticas, que no quería que mi mama gastara mas plata en mi y el hablo con mis padres y me llevo con el, Estudie en la escuela de pintores de Armando Reveron en Maiquetía, y en la casa de la juventud en Macuto, fueron casi 12 meses de felicidad, siempre desde niño me intereso hablar con gente adulta, pedirle opiniones y consejos, de el aprendí mucho, sobre todo el valorar a la familia, no importando los problemas o defectos de cada quien, aprendí el valor de ganarse las cosas, como hacerse notar siendo siempre buena gente, siendo Humilde, no importando si estabas solo, como era su caso, sus familiares lejos y el siempre pendiente de ellos,  siempre ayudando a los demás, a cuantas personas que no eran nada de el les daba bolsas de comida, medicamentos, becas estudiantiles, materiales de construcción, les consiguió viviendas, les consiguió trabajo, el era ese tipo de Adecos que tenían esas cualidades y calidades humanas, que por cierto hoy hay pocos como el, y mientras tanto el niño bruto, el que no iba a servir para nada estaba con el Tío Mauro aprendiendo, dando sus primeros pininos. Al regresar a la casa, las cosas seguían igual, William trabajando pero mas en la Calle, nunca cambio su personalidad, eso si, nunca cayo en bajos vicios, sabia como joder y no dejarse joder,  era el mas mujeriego de los López, el consentido de las tías y tíos por su picardía, un día de Enero de 1981 decidió junto con 10 amigos del sector la casilla irse a alistar en el Servicio Militar.

 En la Grafica. Mi tio Mauro A. Lopez.

 Jornada Deportiva y Cultural del Club Jovenes Adelante - año 1980

 Cantando con un Vente tu de musicos de Unidad y Son y Sabor y Swing, en un homenaje al familia Cheo Marrero.

 El Pure Jose Rosario Soto, Cantando en un templete de Carnaval, Calle la Esmeralda (Los Magallanes - Catia)

La entrada de los años 80 fue el tiempo en que Juancho López tomo las calles del Barrio Isaías Medina Angarita y el afecto de mucha gente para organizar Jornadas Deportivas y Culturales de gran renombre siempre consonó con sus estudios universitarios en la U.C.V, el tiempo en que los Bonchones del Plan estaban en su apogeo, las fiestas eran sanas y sin ellos no eran fiestas, los pleitos se resolvían a golpes y algún u otro botellazo, ese grupo era como de cuarenta personas entre hombres y mujeres, hoy convertidos en padres y abuelos, fue la época de los 80 la de los éxitos de clubes Deportivos y Culturales como; Jóvenes Adelante en el sector la Casilla y Gente Unida en el sector el Amparo, de donde salieron grandes figuras en lo Deportivo y lo cultural, Como; William Ortiz, Junior Quintero (QEPD), Fanny Graterol, Tania Molina, en carreras de marathon como; Meridiano, sidor, Interbarrios, etc. Buenos exponentes del arte de la pelotica de goma, como Johnny Ojeda (QEPD), Lolo, Adiel Velásquez, Gregorio Rangel, Jesús Ortiz, Jesús Aliendre, Eddie Farías, Fidel, entre otros, se dejaron escuchar en las Verbenas pro fondos, se dejaban escuchar en vivo grupos musicales como; José Rosario y el sonero clásico del Caribe, orquesta la Quinta Galaxia, La Esencia Menor de pro patria, El Grupo Lamento Borincano de las lomas de Urdaneta, Orquesta Sabor Latino, Orquesta la Moderna, y se preparaban grupos como; Séptimo Son, Sabor y Swing y el grupo del cariño Unidad y Son, los que tiempo después asumieron el relevo.